4 razones para enamorarse del slow fashion

Después de la industria del petróleo, la industria de la moda es la que más contamina el medioambiente. La práctica de producir nuevos estilos de prendas cada tres o cuatro semanas y a precios muy bajos, no solo produce serios daños sociales y ambientales, sino que también nos presiona a consumir constantemente. ¿Cuanto tendrias ahorrado si no fuera por la nueva moda de jeans que apareció en Zara o las camisas baratas de H&M?

Se dice que las cosas buenas siempre demoran más en llegar. Mientras la industria del fast fashion produce a niveles más frenéticos, la sociedad está haciendo un giro hacia la moda lenta - el slow fashion - para poner valor en el trabajo ético y de calidad. El slow fashion se comprende de marcas locales que producen prendas a mano, o en pequeñas cantidades, usando métodos más sostenibles y éticos, para crear ropa de alta calidad.

Hasta la última década, el slow fashion era inalcanzable para la mayoría de personas, por temas de precio y disponibilidad. Hoy en dia, es mucho más fácil ser un consumidor consciente; las marcas sostenibles se han multiplicado y ahora están creando ropa más barata y más moderna que atrae a un público diverso. Sin embargo, sigue siendo demasiado fácil y atractivo poder comprar la última moda de forma barata en una de las grandes tiendas de fast fashion.

Todos sabemos de los impactos negativos de este tipo de industria y que deberíamos evitarlo. Pero en vez de mirarlo desde un negativo (lo que evitamos), mejor miremos el problema de un lado positivo: ¿qué ganamos cuando empezamos a consumir el slow fashion?

Aquí hay cuatro (de las múltiples) razones para enamorarse de la industria de slow fashion.

1. La moda lenta es más duradera.

La ropa que se produce en cantidades masivas, y que pasa de diseño a tienda en dos semanas, tiende a echarse a perder rápidamente. Por explotar mano de obra en Asia, las marcas de fast fashion logran crear mucha ropa, pero de muy baja calidad. Así tienes que volver siempre a la tienda para reemplazarla.

En cambio, la ropa hecha por marcas de slow fashion está creada para durar. Las prendas están hechas a mano y con mucho cuidado para crear un producto de alto valor y calidad. Puesto que demoran más en crearse, las marcas de slow fashion crean prendas que sobreviven los ciclos de la moda y que están diseñados para durar varios años. El modelo de slow fashion lleva a menos consumismo; puedes comprar menos prendas y que duran más tiempo.

2. En el largo plazo, el slow fashion te ayuda a ahorrar.

Aunque las prendas quizas sean mas caras desde un principio, durarán años en vez de meses. No solo estan de mejor calidad y no se romperán; también siguen un estilo más clásico y duradero y no cambian constantemente según la moda del momento.

En esta época de las redes sociales, las tendencias de la moda se ven muy influenciadas por celebridades e influencers que cambian sus gustos constantemente. Para poder seguir su ritmo, muchos consumidores se encuentran con necesidad de comprar frecuentemente, siempre gastando mas y mas en su ropa. La moda lenta lleva a un estilo de vida opuesto a este; puedes comprar dos o tres prendas que sirvan durante varios años y no seguir adquiriendo ropa desechable en cada estación.

3. El slow fashion cuenta una historia significativa.

Cuando los productos se hacen a mano, uno por uno, la historia del artesano se construye como parte de la producción. Se elige cada materia para crear el producto con cuidado y con motivos claros; por ejemplo, usamos solamente madera chilena recuperada para crear nuestros relojes de madera porque queremos cuidar y valorar la belleza natural de Chile.

Por la misma razón, cada producto es único; jamás verás a otra persona en la calle con una prenda idéntica a la tuya. Una camisa bordada a mano, un gorro tejido por un artesano o un reloj de madera puede ser motivo para empezar una conversación porque lo único siempre llama la atención. Y dado que cada prenda lleva valor exclusivo, no la podrás reemplazar fácilmente con la última moda.    

4. El slow fashion protege a los trabajadores y el medioambiente.

Desafortunadamente, la mayoría de marcas de fast fashion explotan a trabajadores, incluyendo niños, en grandes fábricas en Asia para poder producir prendas baratas. En los últimos años, cientos de personas han muerto en incendios y colapsos de edificios, pero los estándares de la industria no han cambiado. Por el contrario, el slow fashion valora el trabajo de las personas que crean sus productos, pagando sueldos decentes a artesanos y artistas para que puedan producir prendas únicas y de calidad.

Similarmente, la industria de la moda está gastando agua en regar el algodón, está contaminando los ríos con los productos tóxicos que salen de sus fábricas, y está llenando los vertederos del mundo con telas gastadas. El fast fashion destruye el medio ambiente tanto como la industria del petróleo y cada año aumenta más su producción. El slow fashion, por enfocarse en la producción pequeña, tiene un impacto mínimo en el medio ambiente. Tiende a usar productos naturales hechos de forma orgánica y sostenible. También la moda lenta crea una conciencia más activa sobre nuestro impacto sobre el medioambiente.


Total, el slow fashion está peleando contra una de las industrias más grandes y contaminantes del mundo. Como individuo, la idea de luchar contra el fast fashion puede ser abrumador, pero no tiene que ser así. Todo cambio empieza con pequeños pasos; el slow fashion puede enriquecer tu vida y tu sentido de la moda aun si tienes solamente una prenda. Comienza con un accesorio, como un reloj de madera o un collar hecho a mano, y observa cómo cambia tu look y tu estilo. Con el tiempo, podrás adquirir prendas que te duren años para nunca más tener que reemplazar tu ropa cada tres meses. Cuando te lleguen los cumplidos sobre tu nueva prenda, te enamoraras del slow fashion y jamás volverás al H&M.